Las
razas
bovinas criollas conocidas en Colombia, siete en total, obtuvieron su
nombre principalmente de la región de origen y de sus
características externas más sobresalientes: Costeño con cuernos (CCC)
por su lugar de procedencia, Costa Caribe o Costa Atlántica colombiana y
por la presencia de cuernos; de la misma región Caribe, el bovino Romosinuano, oriundo del valle del río Sinú y por la ausencia de cuernos, “romo” o “topo”; Blanco Orejinegro, también
conocido como ganado antioqueño, obtuvo su nombre de los principales rasgos
fenotípicos, color blanco de la capa y orejas negras;
Chino Santandereano, por su pelo corto, “chino” (lampiño) y por su región de origen, departamento de Santander Hartón del Valle o Hartón caucano por el parecido de
sus cuernos con un tipo de plátano denominado hartón y por la región de origen,
el valle del río Cauca; en la Orinoquia colombiana, existen dos razas bovinas criollas, el Casanare o casanareño y el
Sanmartinero,
cuyos nombres se derivan de sus respectivas regiones de origen, el
departamento de Casanare y el municipio de San Martín (Meta),
respectivamente. Todas ellas, se formaron de los bovinos introducidos al
continente por los conquistadores españoles. En la región del Amazonas,
departamento del Caquetá, se ha identificado un nuevo biotipo, ganado
Caqueteño, cuyo origen parece ser el producto de cruzamientos al azar
entre las razas criollas Sanmartinera, Hartón del
Valle y muy posiblemente Romosinuano, las que se cree fueron las razas
llevadas por los colonizadores de esta región del país. Finalmente, es importante señalar que existen dos
razas compuestas, formadas, la primera, con base en cruzamientos de Hartón,
Holstein y Shorthorn y conocida como ganado Lucerna y su nombre se deriva de la hacienda que la vio nacer en el Valle del Cauca y la segunda, ganado Velásquez formado con base en cruces de
Romosinuano, Red Poll y Brahman Rojo, denominada así por su creador, el Médico Veterinario José Velásquez Q.
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